Goebbels ha creado un drama metafísico sobre la percepción con una estética radicalmente moderna...
- Berliner Zeitung
Una composición para cinco pianos sin pianista. Una obra de teatro sin actores. Un espectáculo sin intérpretes. La inmensidad del escenario vacío. La presencia de las cosas llenando los huecos del aire. La luz, las pinturas, los sonidos, las voces, el viento, los instrumentos apilados, la niebla, el agua, el hielo. La pieza -inspirada en textos del autor romántico del siglo XIX, Adalbert Stifter- nos acerca a un montaje escenográfico que desafía, que obliga a ver y a escuchar. Bach, William S. Burroughs, Claude Lévi-Strauss, Malcom X, Paolo Ucello y Ruisdael son los anfitriones de, en palabras del propio Goebbels, “un espectáculo que cree en su propia realidad”.
Un homenaje a los objetos que se convierte en una experiencia de los sentidos, enfrentados al universo de lo inanimado.