El emperador de la China vivía en un hermoso palacio hecho todo de la porcelana más fina y frágil del mundo, con bellos jardines y las flores más exquisitas y perfumadas del orbe. También tenía una hija muy alegre y llena de vida llamada Chinchulina, una niña algo tímida, pero que en cuanto escuchaba música perdía su timidez y se ponía a bailar por todo el palacio. Su alegría era tan contagiosa que hasta su padre el emperador se ponía a bailar con ella.
Un día la tristeza se apoderó del corazón de Chinchulina. Solo el canto de un pájaro llamado Ruiseñor Azul podría devolver la alegría a su mustio corazón. El emperador de la China, que nunca había salido de su hermoso palacio, decidió romper con la tradición y salir en busca de ese extraño pájaro. En su búsqueda irá descubriendo los afanes, las alegrías, los desvelos y los sueños de los humildes pobladores de su vasto imperio.
Chinchulina y el ruiseñor de la China es la última creación de La Canica Teatro, la reputada y muy galardonada compañía madrileña. La puesta en escena se basa en el trabajo de la actriz Alba Vergne junto con la escenografía y los personajes creados por Eva Soriano, Ricardo Vergne y Ana Iturrate. El espectáculo alcanza la excelencia en cuanto a caracterización y ambientación se refiere y lo logra, además, mediante la reutilización de objetos cotidianos, una de las señas de identidad de sus creadores.
Además de una ardua tarea de inmersión en la narrativa y los cuentos orientales, el director de la pieza, Pablo Vergne, ha utilizado un tempo lento para contar una bella historia que habla de los sueños, de la injusticia social, de las desigualdades... y también de la melancolía y la alegría de vivir. Un espectáculo sencillo, sensible y magistralmente contado y representado.
"Es un placer extraordinario ver a La Canica, de Madrid, con este estilo tan característico suyo de trabajar con los objetos desde la sencillez más estricta pero a la vez extrayendo todo el jugo dramático que permite la animación a través de una manipulación y unas voces impecables." (Toni Rumbau, Fira de Titelles de Lleida)