Del cuento de Cenicienta hay cientos de adaptaciones (en la literatura, en el teatro, en el cine, en los cómics, en los musicales…) que subrayan lo intemporal de esta historia de tradición oral, que alcanzó su popularidad con las versiones escritas por el francés Charles Perrault y por los alemanes hermanos Grimm. La coreógrafa Hélène Blackburn, fundadora de la compañía canadiense Cas Public, ha buceado en estas versiones y otras menos conocidas, y también en las óperas de Rossini y Prokofiev, para plasmar su propia imagen del relato en Not quite midnight. Cuatro bailarines y dos bailarinas danzan envueltos por la música del compositor canadiense Martin Tétreault ejecutando los movimientos imaginados por Blackburn para transmitir emociones que van de la frialdad al calor, de lo frágil a lo poderoso, con las que la coreógrafa subraya la idea de superación para alcanzar un estado de plenitud, a la vez que reconsidera el modelo femenino de Cenicienta.