Plexus Polaire nos visitó el año pasado con su fascinante obra Dracula. Lucy’s Dream, que combinaba el teatro de actores con la manipulación de marionetas de tamaño real, especialidad de la compañía. Este año presenta la adaptación de otro clásico de la literatura universal, Moby Dick. Con siete actores, 50 marionetas, el uso de técnicas cinematográficas, una orquesta y una ballena “del tamaño de una ballena”, la compañía se sumerge en la adaptación visual de esta gran novela de Melville.
Moby Dick es la historia de una ballena blanca y de un capitán que dirige su barco hacia la destrucción. La sencilla historia de un viaje por mar adquiere otra dimensión y nos lleva de forma vertiginosa hacia el interior del alma humana. Una reflexión sobre los misterios inexplicables de la vida y un cautivador relato de la batalla entre el hombre y la naturaleza.
Con esta obra, Plexus Polaire y su directora, Yngvild Aspeli, prosiguen su investigación sobre cómo la actuación y los títeres, la música y el vídeo, el texto y las imágenes pueden encontrarse, superponerse, contar una historia, mezclarse y construir una experiencia física donde "el todo" habla.
Mi abuelo era marinero. Tenía una mujer desnuda tatuada en la parte superior del brazo y lo recuerdo con un olor a alquitrán y tabaco. Venía de una isla de la costa oeste de Noruega, un pequeño puerto lleno de barcos e idiomas extranjeros, pescadores, marineros y niños que esperaban a padres que nunca regresaban del mar.
Yngvild Aspeli
Plexus Polaire es una compañía teatral de origen franco-noruego, fundada y dirigida por Yngvild Aspeli, una de las artistas más consolidadas en el arte de las marionetas. La compañía se caracteriza por crear en sus espectáculos universos visuales únicos y sugerentes. Para ello son claves la interpretación de los actores, la presencia de la música y el diseño de luces y vídeo. Y por supuesto, el uso de marionetas de tamaño real.
Para Aspeli, “los títeres y marionetas son un arte en constante reinvención. Va más allá de un género, traspasa sin miedo los límites de otras expresiones artísticas. Es una manera de ver el mundo, un lenguaje, un estado mental. El juego entre el actor y la marioneta, y esta doble presencia del actor-marionetista, permite una comunicación en varios niveles simultáneamente. Al ser la marioneta una representación humana estilizada, podemos intentar mirarnos a nosotros mismos con un poco de distancia. Y aprovechando la confusión que aparece cuando se invierten los roles, se desplaza el centro y ya no sabemos quién controla a quién, podemos visualizar temas más complejos”.
La compañía cuenta en su repertorio con siete obras, todas dirigidas por Yngvild Aspeli: Signals (2011), Opéra Opaque (2013), Ashes (2014), Chambre noire (2017), Moby Dick (2020), Dracula. Lucy’s Dream (2022) y Casa de muñecas (2023).