El final de este estado de cosas, redux

Creo que su baile es flamenco libre, sin ataduras, sin imitar a nadie y que fluye de su propia personalidad, creativa y evolutiva. Con Israel Galván el baile flamenco ha dado un paso adelante como lo propiciaron también Vicente Escudero en los años 20, Antonio en los 30, Carmen Amaya en los 40 y Gades en los 70.

- Ramón Rodo Sellés, La Vanguardia

Tras el estreno de su último trabajo El final de este estado de cosas, redux en el Teatro de la Maestranza de Sevilla en octubre de 2008, la crítica encumbraba a Israel Galván (Sevilla, 1973) como un bailaor "llamado a escribir, con su nombre, un capítulo propio en la evolución del flamenco". Aplaudido por doctos y profanos, Galván -Premio Nacional de Danza 2005- aúna en sus coreografías el homenaje a la tradición y la vanguardia más iconoclasta.

En El final de este estado de cosas, redux el coreógrafo emprende un viaje personal por el libro del Apocalipsis en una pieza que habla de la vida y la muerte, de los mitos y de las profecías. Galván lee el texto como sólo puede hacerlo el cuerpo de un bailaor, encarnando, letra a letra, los versículos y las frases. A su lado, cantaores, el grupo Orthodox, un vídeo que cuenta con imágenes la guerra del Líbano, seguiriyas, una violinista, guitarras eléctricas y un ataúd.

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