La Fundación "la Caixa" ha presentado la primera edición del Anuario Social de España, correspondiente a 2000, cuyo objetivo es contribuir al análisis y divulgar una serie de indicadores sociales referidos al ámbito municipal y provincial. La información se estructura en dos grandes divisiones. En la primera se presentan algunos indicadores, esencialmente de corte demográfico, para los 3181 municipios españoles de más de 1000 habitantes. Por su parte, la segunda presenta un compendio más amplio de variables sociales a nivel provincial y autonómico. A continuación destacamos algunas de las conclusiones que se obtienen.

La edad media española se acerca ya a los 39 años (exactamente 38,8, con 40,1 para las mujeres y 37,4 para los hombres), lo que refleja el importante y progresivo proceso de envejecimiento que se está sufriendo. La distribución por autonomías de esta variable es relativamente homogénea (exceptuando el caso de Canarias 35,5 años), ya que en buena parte se compensan los fenómenos migratorios con las mayores o menores tasas de natalidad de cada zona. Precisamente las poblaciones más envejecidas se dan en comunidades que aúnan bajas tasas de natalidad con importantes procesos de emigración, como son los casos de Castilla y León, Asturias, Aragón y Galicia (todos por encima de 41 años de media).

La Comunidad de Madrid es uno de los casos en donde la baja natalidad queda compensada en buena parte por las fuertes inmigraciones que ha sufrido desde 1950, con lo que la edad media se sitúa en 38,1 años, por debajo de la del conjunto español. Además se da la circunstancia que por la especial configuración territorial de la población y la especialización de las zonas, la región madrileña agrupa a varios de los municipios más jóvenes; en concreto Arroyomolinos (con 25,5 años de media) resulta ser el más joven de España. Asimismo catorce de los treinta de menor edad media son también madrileños; en concreto además del citado: Humanes de Madrid, Rivas-Vaciamadrid, Meco, Fuenlabrada, Torrejón de la Calzada, Velilla de San Antonio, Tres cantos, Nuevo Baztán, Algete, Villanueva de la Cañada, Mejorada del Campo y San Agustín de Guadalix. En el otro extremo, no aparecen municipios madrileños entre los de mayor edad de España; La media mayor se da en Cenicientos, Bustarviejo y El Vellón, entre 42 y 44 años, cifras moderadas y muy inferiores a la de los municipios españoles más envejecidos que superan los 55 años.

Muy emparentados con este indicador, se presentan los índices de infancia, juventud y vejez. El índice de infancia, que refleja el porcentaje de población inferior a 15 años en 1998, presenta una distribución territorial muy similar a la de la natalidad, lo cual indica desigualdades estructurales significativas. En concreto la media española está en el 15% y todas las comunidades de la mitad sur presentan índices por encima de esta media, destacando Andalucía (18,3%) y Murcia (18,2%). Por el contrario, las comunidades de la mitad norte presentan todas ellas tasas por debajo de la media, singularmente Asturias (11,3%) y País Vasco (12,3%). La Comunidad de Madrid con el 14,6% está algo por debajo de la media. Presentan muy altas tasas de infancia los municipios madrileños de Arroyomolinos, Meco, Rivas-Vaciamadrid, Nuevo Baztán, Cobeña, Humanes de Madrid y Tres Cantos.

El Índice de juventud se calcula como el porcentaje de personas de 15 a 29 años el uno de enero de 1998. De cada 100 personas en España, 24 son jóvenes. La distribución geográfica de este índice no refleja las mismas pautas que el de la infancia, estando los valores autonómicos más agrupados en torno a la media nacional. Canarias, con una tasa del 27%, es la que presenta mayor proporción de jóvenes, y Aragón, con el 21,2%, la que menos, con especial incidencia en la provincia de Teruel, con tan sólo 18 jóvenes por cada 100 habitantes. La Comunidad de Madrid se sitúa algo por encima de la media (24,8%), destacando los niveles de juventud de los grandes municipios del sur: Alcorcón, Parla, Getafe y Leganés, todos ellos sobrepasando el 30% de jóvenes.

En el otro extremo, el índice de vejez contabiliza el porcentaje de personas mayores de 64 años en 1998, que resulta ser del 16% como media española. Aparece aquí también en parte la distinción norte-sur que se registra en la tasa de natalidad y el índice de infancia, especialmente en lo que se refiere a las comunidades del norte que, en general, presentan índices de vejez por encima de la media; sin embargo también algunas regiones del sur, por motivo de los fuertes flujos de emigración sufren tasas de vejez altas (como Castilla-La Mancha y Extremadura). En un extremo, Canarias, Andalucía y Murcia son las comunidades con menor porcentaje de viejos, sin superar el 14% de personas de más de 64 años, y en el otro, Castilla y León , Aragón y Asturias las más envejecidas (todas por encima del 20%). El índice es bastante bajo en Madrid (14,3%) sobre todo en los municipios como Rivas-Vaciamadrid (el de más baja tasa de vejez de España con el 2,9%) y Fuenlabrada, Tres Cantos, Arroyomolinos, Torrejón de la Calzada y Villanueva de la Calzada, todos por debajo del 5%.

Para finalizar el bloque de los indicadores demográficos de juventud y envejecimiento, conviene citar las tasas más clásicas de natalidad y mortalidad, que se han calculado para 1998. La tasa de natalidad de España es con la de Italia la más baja de la Unión Europea; en concreto se registran 9,2 nacimientos por cada 1000 habitantes. Ya se ha señalado que la distribución geográfica de esta variable presenta una clara polarización norte-sur, destacando por encima de la media Murcia (11,6 por mil) y por debajo Asturias (6,0 por mil) y Galicia (6,9 por mil), sobre todo la provincia de Lugo (5,5 por mil). La región de Madrid presenta una tasa baja pero algo superior a la media (9,6 por mil), destacando la natalidad de municipios como Cobeña, Galapagar, Meco, San Agustín de Guadalix y Valdemorillo, todos por encima de 19 por mil. En cuanto a la mortalidad, datos de 1997, la tasa de España se encuentra en niveles bajos (8,7 defunciones por mil habitantes), si bien está creciendo levemente por motivo del gradual envejecimiento de la población española. También aquí, la distribución geográfica de las tasas registra la división norte-sur señalada, con tasas por debajo de la media en el sur (principalmente Canarias y Murcia) a las que se suma Madrid (7,0 por mil) y por encima Asturias y Aragón. A pesar de la buena situación madrileña a este respecto, es necesario citar que en la región aparecen municipios con mortalidad muy por encima de la media como El Álamo, Morata de Tajuña o Pelayos de la Presa, más de 23 fallecidos por mil habitantes, si bien Rivas-Vaciamadrid y Torrejón de la Calzada se encuentran entre los de menor mortalidad de España, con menos de 2 por mil.

Un segundo bloque de indicadores está relacionado con los fenómenos de migraciones y lugar de nacimiento. Los datos de 1998 indican que la mitad de los españoles han nacido en el mismo municipio donde residen, proporción que llega al 72,2% en Murcia o al 65,2% en Galicia por arriba y al 36,0% en Madrid o al 38,5% en Cataluña por abajo. En definitiva, esta variable ofrece una buena radiografía de los fenómenos migratorios de los últimos años. Si se suman los que han nacido en otros municipios de la misma comunidad, se obtiene un significativo índice de autoctonía, pues casi cuatro de cada cinco españoles (79%) han nacido en la comunidad donde residen. Esto es especialmente cierto en regiones como Andalucía, Galicia y Extremadura, donde se llega a índices por encima del 90%, pero no lo es tanto en Madrid, con más del 40,2% de residentes que han nacido fuera de sus fronteras. En concreto más del 36% de los madrileños nacieron en otras regiones, destacando en este aspecto grandes municipios industriales como Alcalá de Henares, Getafe, Leganés y Alcorcón, donde más del 40% de la población procede del resto de España. En porcentaje de extranjeros también destaca la autonomía madrileña con el 4.0% sólo superada por regiones típicamente turísticas, sobresaliendo municipios del oeste y norte como Villanueva de la Cañada, Villanueva del Pardillo, Becerril de la Sierra y San Agustín de Guadalix, con más del 8% de residentes nacidos fuera de España.

En una línea parecida aunque restringida a un periodo corto, la tasa de emigración, construida como el saldo migratorio relativizado por el total de la población, muestra como durante 1998, veintitrés de cada mil españoles cambiaron de residencia dentro de España, a lo que se añade un total de 81.227 extranjeros que se empadronaron en el interior. La tasa nacional de migración resultó positiva en un 2,04 por mil (no se ha computado la emigración al extranjero), destacando las comunidades de Baleares y Canarias que superan el 10 por mil.

En Madrid se ha calculado una tasa del 1,31 por mil, llamando la atención municipios como Meco, Villanueva del Pardillo, Villalbilla, Velilla de San Antonio, Arroyomolinos, Daganzo de Arriba, Nuevo Baztán, Brunete, Alpedrete, Sevilla la Nueva y Villar del Olmo, con tasas superiores al 100 por mil.

Un tercer tema del que existe información detallada para municipios de más de mil habitantes es el desempleo, medido por la denominada tasa de paro registrada, resultante de dividir el número de parados registrados en el INEM en junio de 2000, por la población de más de 14 años del Padrón de 1998. Esto da un porcentaje del 4,4% para el conjunto de España, destacando por mayor paro Canarias, Andalucía y Extremadura, y por menor Baleares, Cataluña, Aragón y La Rioja. Madrid se encuentra por debajo de la media nacional con el 3,9%, tasa que llega a ser inferior al 3,0% en municipios ricos como Pozuelo de Alarcón, Boadilla del Monte, Villanueva de la Cañada, Cercedilla, Majadahonda, Las Rozas de Madrid, El Escorial u Hoyo de Manzanares, pero que supera el 8% en otras zonas de crecimiento reciente como Arroyomolinos y Meco.

La segunda parte de este estudio se dedica a otro conjunto de indicadores sociales disponibles solamente para el nivel provincial. De ellos destacamos algunos relacionados con los anteriores. En el conjunto nacional la esperanza de vida de las mujeres (81,6 años en 1995-96) es siete años superior a la de los hombres (74,4). Andalucía es la Comunidad con esperanza de vida menor y Castilla y León con la mayor. Madrid se coloca en buen lugar (75,1 años para los hombres y 83 años para las mujeres) mejorando ampliamente la media nacional.

En las últimas décadas, los españoles han retrasado significativamente la edad media al contraer matrimonio que ya es de 30 años para los hombres y 28 para las mujeres. No se registran importantes divergencias territoriales a este respecto, aunque en zonas urbanas, y en particular en Madrid la edad del matrimonio se suele atrasar aún más, hasta los 30,7 años para los hombres y los 28,7 para las mujeres.

Por último señalaremos que en este informe se elabora un indicador sintético sobre el nivel medio de bienestar social de las provincias españolas, a partir de 68 indicadores parciales agrupados en torno a siete áreas sociales. El índice se presenta escalonado en diez niveles, en función de su comparación con la media nacional (nivel 5). Según este, Navarra es la única provincia que alcanza el nivel 10 (más del 40% por encima de la media). Tras ella, con nivel 9 (entre 30% y 40% por encima de la media) aparecen Barcelona, Madrid y Zaragoza. Las peores posiciones las ocupan Cuenca, Ourense y Zamora (más del 40% por debajo de la media).

Esta información se puede ampliar en:

• Fundación La Caixa "Anuario Social de España 2000" Barcelona, noviembre de 2000