Este boletín incluye los acontecimientos ocurridos hasta el primer trimestre de 2005 inclusive, y presenta los correspondientes a nacimientos y matrimonios de 2004 de manera definitiva. Tal como se adelantaba en el anterior boletín, la situación demográfica derivada del movimiento natural de la población en el último año puede resumirse en: más nacimientos, menos defunciones y parecidos matrimonios.

            El número de nacimientos de madres residentes en el año 2004, se ha situado en 69.029 acontecimientos, 1985 más que en 2003,  lo que supone un incremento del 2,96%, lo que hace incrementar los indicadores de nacimientos hasta situarlos en el 11,68 por mil para la tasa bruta de natalidad, el 42,7 por mil para la tasa general de fecundidad, y alcanzar casi los 1,33 hijos por mujer. Es necesario remontarse a 1988 para ver un índice sintético de fecundidad superior, aunque para encontrar una cifra absoluta de nacimientos similar haya que retroceder cuatro años más, hasta 1981. No obstante, llevamos acumulados 24 años con índices sintéticos inferiores al 2,1, nivel mínimo de reposición a largo plazo de las poblaciones, desde el punto de vista natural.

            Las edades medias de las madres madrileñas al nacimiento de los hijos sigue retrasándose en esa evolución observada desde 1980, y que acumula desde entonces más de 3,5 años para el conjunto de los nacimientos, y casi cinco años para la llegada del primer hijo, alcanzando para 2004 los 31,7 y 30,3 años respectivamente.

            La proporción de nacidos de madres extranjeras respecto al total de nacimientos sigue aumentando, de manera que uno de cada cinco nacimientos ocurridos en 2004 fue de madre extranjera (20,08%), fundamentalmente de madres americanas (54,94%), aunque ha disminuido su peso en dos puntos y medio respecto a 2003, a favor de las europeas no comunitarias (+ 1,4 puntos), africanas (+ 0,71 puntos) y asiáticas (+ 0,67 puntos).

            Una evolución similar sigue la proporción de nacidos fuera del matrimonio, que en 2004 se dio en uno de cada cuatro nacimientos (26,5%) y prácticamente duplica la de 1995.

            En cuanto a las defunciones de residentes en la Comunidad de Madrid, se sigue observando el progresivo aumento en la edad media de defunción, que se sitúa para 2004, de manera provisional en 72,19 años para hombres y en 80,29 años para mujeres, lo que hace situar la esperanza de vida al nacimiento para 2003 en los 77,51 años para hombres y 84,36 años para mujeres. Dos de cada tres defunciones de residentes registradas en la Comunidad de Madrid durante 2004 correspondieron a personas mayores de 75 años. La tasa de mortalidad infantil, aunque con resultados provisionales,  vuelve a situarse por encima del 4 por mil (4,25), y coyunturalmente baja un poco la tasa bruta de mortalidad para situarse en el 6,82 por mil.

            Como en años anteriores, los tumores y las enfermedades del sistema circulatorio acaparan alrededor del 29% de las defunciones cada una, es decir, casi tres de cada cinco defunciones tuvieron como motivo uno de estos dos tipos de enfermedad. Les siguen con un 13% de las causas las enfermedades del sistema respiratorio, y repartido de manera más residual el resto de las causas.

            Con estos resultados, el crecimiento natural observado durante 2004 es provisionalmente de 28.703 personas, a falta del cierre definitivo de las defunciones,  poco más de tres mil personas más que el año anterior, y que se equipara a los niveles de crecimiento natural de hace veinte años.

            Respecto a los matrimonios, observamos como sigue aumentando muy deprisa la edad media al matrimonio, tanto de hombres como de mujeres, situándose para 2004 en 32,77 años para esposos y 30,84 años para esposas, y en 31,51 años y 30,09 años respectivamente para los que acceden al matrimonio por primera vez (solteros). La diferencia entre el comportamiento del colectivo de extranjeros respecto al de españoles en cuanto a la edad al matrimonio no es muy significativo, puesto que en el caso de los esposos, los nacionales se casan un año después que los esposos extranjeros (32,87 frente a 31,87 años), y en el caso de las esposas son las extranjeras las que más tarde se casan con 30,98 años de media frente a los 30,82 años de las españolas.

            Si atendemos a la nacionalidad de los contrayentes, con las cifras de 2004 se confirma la tendencia al aumento en los porcentajes de matrimonios en los que uno de los dos contrayentes es extranjero, que ocurre en casi uno de cada cinco matrimonios (19,1%). De todos los matrimonios celebrados en la Comunidad de Madrid que fijan su residencia en nuestra Comunidad, un 5,28% se celebró entre una española y un extranjero,  un 7,25% entre un español y una extranjera, y un 6,57% entre extranjeros, de los cuales un 5,31% corresponden a contrayentes de la misma nacionalidad, y un 1,26% entre personas extranjeras de nacionalidades distintas. En tan solo diez años, el peso de los matrimonios entre españoles se ha reducido en diez puntos y medio, del 91,54% en 1994 al 80,90% en 2004.