El Producto Interior Bruto (PIB), según la Contabilidad Nacional Trimestral publicada por el Instituto Nacional de Estadística, ha experimentado un crecimiento del 3,5% a precios constantes, crecimiento superior en tres décimas al del último trimestre del 2000.

No obstante, la tasa de variación interanual del ciclo-tendencia se sitúa en el 3,4%, manteniéndose la desaceleración del crecimiento iniciada en el tercer trimestre del pasado año.

La causa principal de esta desaceleración del PIB sigue siendo la caída de la aportación de la demanda interna, con reducciones en las tasas de crecimiento tanto en el gasto de consumo final como la formación bruta de capital fijo (cuatro y siete décimas respectivamente).

La demanda externa ha estabilizado su aportación al PIB en 0,6 puntos, por lo que no ha compensado, a diferencia del trimestre anterior, la reducción en el ritmo de crecimiento del componente interno.

En términos de producción las ramas energéticas presentan la desaceleración más intensa tras el fuerte crecimiento del año 2000, mientras que los servicios muestran la menor caída registrada en el periodo.