Banco de España. Informe del Tercer Trimestre 2001
El Banco de España ha presentado su informe trimestral correspondiente
al tercer trimestre del año. Entre sus resultados destacamos:
  - Se estima que la economía española redujo la tasa de crecimiento interanual del PIB
    real hasta valores próximos al 2,5%, tras el 3% alcanzado en el trimestre precedente y el
    4% que se registraba hace un año.
- Frente a la evolución europea, la economía española comparte las mismas tendencias de
    desaceleración del crecimiento e inflexión de la tasa de inflación pero mantiene
    diferencias positivas en ambos aspectos. Su ritmo de crecimiento sigue siendo superior
    pero la tasa de inflación es también superior persistiendo diferenciales que pueden
    terminar representando riesgos para la competitividad. 
- El deterioro del panorama económico internacional ha generado una creciente debilidad
    en las exportaciones, cuyo crecimiento ahora se estima ligeramente por encima del 3%, y en
    menor medida por el momento en el turismo
- En cuanto a la inversión en equipo, su pérdida de dinamismo se inició mucho antes y
    se ha agravado con el cambio del contexto internacional, esperándose tasas de variación
    negativas.
- El consumo y la inversión en construcción son las dos variables que sustentan
    básicamente el crecimiento de la economía española en el momento actual. La tasa de
    incremento del consumo, sin embargo, se está debilitando, estimándose algo por debajo
    del 2,5%, mientras la inversión en construcción se mantiene en tasas cercanas al 6%
    compensándose el menor dinamismo de la demanda de viviendas con la fortaleza de la obra
    civil. 
- En conjunto se estima que la tasa de aumento de la demanda nacional se habrá situado en
    valores del orden del 2,6% y las importaciones presentarán tasas poco superiores al 3,5%
- Ante el descenso del valor de su riqueza financiera y el aumento de la 
	incertidumbre, los consumidores están tratando de recomponer sus tasas de 
	ahorro, lo que unido al comienzo de un cierto retraimiento en la inversión 
	en viviendas, ha determinado una mejora en la capacidad de financiación de 
	las familias