El futuro de Internet

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El futuro de Internet

Internet se afianza en España lentamente

El Estudio General de Medios estima, a través de la encuesta "Audiencia en Internet", que son casi siete millones de españoles los usuarios conectados en marzo de 2001 a la red, frente a los más de tres millones y medio que había hace un año.

Este valor representa el 19,8% de la población mayor de 14 años y es uno de los más bajos de Europa, junto con Grecia y Portugal, como pone de manifiesto el estudio elaborado por Instituto Nacional de Consumo (I.N.C.) "El consumo y el consumidor en el siglo XXI" referido a noviembre de 2000.

Para el I.N.C., el ciudadano medio español es "muy conservador, desconfiado ante sistemas que eliminan la relación personal y lento en la adopción de tecnologías innovadoras" por lo que "los cambios que traerá la 'Nueva Economía' se materializarán a mucho más largo plazo que lo previsto".

Entre los motivos que han favorecido la demora de Internet en España, además de los ya aludidos, se encuentra el elevado precio de conexión a la red, el desconocimiento y retraso en la implantación de las nuevas tecnologías y la falta de infraestructuras.

Los usuarios con edades comprendidas entre los 25 a 44 años acapararon en noviembre de 2000 más de la mitad de las conexiones a Internet aunque en descenso desde 1996, cuando suponían el 60,7%. Por el contrario, los tramos de 14 a 24 años de edad, que representaban en 1996 el 25,9%, son los que, proporcionalmente, están haciendo mayor uso de Internet, pasando a ser el 37,5% del total de usuarios en noviembre de 2000.

Compras a través de Internet

El gasto medio por el comprador español a través de la red todavía es muy limitado, 76$ en 1998, frente a los 248$ de un ciudadano del Reino Unido o los 233$ que gasta un noruego según "The Internet in Europe. WDR. 2000". El factor edad explica en parte esta afirmación ya que el poder adquisitivo de los más jóvenes es menor. Por otro lado se encuentra la desconfianza en realizar compras electrónicas y, sobre todo, de los artículos más caros. Así, el 49% de los usuarios compra libros y música, artículos en principio más asequibles, pero, por ejemplo, tan sólo un 9% reserva viajes a través de Internet, un 6% compra muebles, un 3% artículos para el hogar y apenas un 1% gasta en coches y joyas.

El "ir de compras" en España todavía está muy enraizado en las costumbres y se considera más un acto social que sirve para la comunicación y el entretenimiento que el hecho de adquisición de un producto. Si a esta razón se le une la desconfianza en la forma de pago, la dificultad de resolver los conflictos entre el proveedor y comprador a través de la red y el miedo a dar los datos personales, explican que en España el comercio electrónico sea inferior al de otros países del mismo entorno.

El futuro de Internet a través de la televisión y el teléfono móvil

Hoy en día existen tres formas de acceso a Internet: televisión, ordenador personal y teléfono móvil. Los resultados de la encuesta pronostican la supervivencia de ambos en un futuro próximo debido a que las prestaciones que cada uno de ellos ofrece no pueden ser cubiertas por los otros.

Lo que sí parece cierto es que la televisión, a largo plazo, tendrá un papel más activo en relación con Internet hasta convertirse, según la encuesta, en la forma favorita de acceso (navegación, comercio electrónico, transacciones), desplazando al ordenador a un segundo plano.

También los ordenadores portátiles serán relegados en su acceso a Internet cuando la conexión se realice fuera del hogar o del centro de trabajo. Según el estudio "La sociedad de la información en España", será el teléfono móvil con tecnología UMTS y dotado de una pequeña pantalla, el dispositivo más utilizado.

De cien españoles, treinta y ocho tenían teléfono móvil en 1999, lo que representa algo más de quince millones de líneas, y se estima que en el 2004 se superen los treinta y siete millones de líneas. El crecimiento en España (un 51,8% anual en el periodo 1998-2004) es superior al de países como Italia (24,7%), Francia (42,8%) y Alemania (47,3%).

En resumen, dado que la consolidación de Internet en España sufre un importante retraso por la falta de infraestructuras, el elevado coste de conexión o la lentitud del ciudadano en adaptarse a las nuevas tecnologías, todo parece indicar que la implantación de Internet en nuestro país se realice a través del teléfono móvil, dispositivo que ya no es desconocido por el usuario, es más asequible que una televisión digital y su uso está más generalizado que el ordenador.

Esta información se puede ampliar en:

Instituto Nacional del Consumo (I.N.C.)