El informe permite múltiples análisis del conjunto de temas tratados que cubren prácticamente todas las áreas sociales y económicas, por ello aquí sólo es posible mencionar algunos de sus resultados.

La población de la Comunidad de Madrid se incrementó como media un 1.03% a lo largo del 2004 (tasa entre el dato del 1 de enero de 2005 y del mismo de 2004). Todas las zonas crecieron, aunque lo hicieron con mucha más intensidad las que se corresponden con la segunda corona metropolitana que se está creando (zonas del Nordeste y Sudoeste de la Comunidad y Sierra Central). Quien menos crece son las zonas de mayor densidad, como el municipio de Madrid o el Norte y Sur Metropolitano. A pesar de ello en los confines de la región aún hay municipios bastante despoblados y que en su mayoría continúan perdiendo población. En concreto, cuatro municipios de estas características actualmente ni siquiera superan los cien habitantes (La Acebeda, La Hiruela, Robregordo y Madarcos, este último el menor con 38 habitantes).

Si se relacionan estos niveles con las superficies respectivas se observa una gran variabilidad de densidad de población en la región, con zonas extremadamente densas (incluso bajo cánones europeos avanzados), como son todas las áreas metropolitanas (donde destaca Madrid, Fuenlabrada y, sobre todo, Coslada), frente a zonas muy despobladas, como ocurre en casi toda la Sierra Norte o buena parte del sudoeste de la Comunidad.

Madrid es una región relativamente joven, con un grado de juventud (proporción de menores de 15 años) similar al grado de envejecimiento (mayores de 65), en torno al 14% en ambos casos. Las zonas más jóvenes se localizan en la corona metropolitana y en el nordeste de la Comunidad, destacando a este respecto uno de los municipios más jóvenes de Europa: Rivas-Vaciamadrid con sólo un 3,8% de personas de más de 65 años y más del 22,4% de menores de 15 años. Otras localidades de marcada juventud demográfica son Arroyomolinos, Fuenlabrada, Humanes de Madrid y Torrejón de la Calzada, en el sur; Meco, Fresno del Torote y Velilla, en el este; y Tres Cantos en el norte. El envejecimiento se observa sobro todo en el municipio de Madrid y en la Sierra Norte. La tasa de natalidad está creciendo en casi todas las zonas y es especialmente destacada en la Sierra Central, el Nordeste de la Comunidad y en el Oeste Metropolitano.

Una fotografía similar se obtiene si se analiza la edad de los edificios: en las zonas metropolitanas del norte y del oeste, así como en el sudoeste de la Región, más del 50% de los edificios existentes se construyeron con posterioridad a 1980, mientras que en la capital este porcentaje no llega al 30%. Analizando el otro extremo, menos del 10% de los edificios de todas las zonas de la corona metropolitana son anteriores a 1960, cuando más de la quinta parte lo son en el municipio de Madrid, en la Sierra Norte y en el Sudeste de la Comunidad.

Se constata un fuerte incremento en los últimos años de nacimientos de madres extranjeras en nuestra Comunidad, alcanzando el 20,08% del total de nacimientos en 2004. Este fenómeno está incidiendo de forma general en toda la Comunidad aunque es más intenso en el municipio de Madrid y en las zonas de la Sierra Norte y Sur. En algunos municipios de escasa población, esta proporción llega a ser superior al 50% (El Berrueco, Fresnedillas de la Oliva, Gargantilla del Lozoya, Redueña y Navas del Rey); pero incluso en algún municipio más populoso, como Collado Villalba, se observan porcentajes superiores al 22% de nacimientos de madres extranjeras (es decir, sobrepasa uno de cada cinco). El porcentaje de extranjeros se acerca ya el 13% en 2005, destacando zonas como Madrid capital, la Sierra Central y la Sierra Norte. En algunos municipios pequeños este porcentaje supera ya el 20% (Fresnedillas, Gargantilla, Olmeda o Pelayos de la Presa). Por nacionalidades, el mayor porcentaje de americanos se da en el municipio de Madrid y en el Oeste Metropolitano (sobre todo en Villalba, Galapagar, Majadahonda y Villanueva de la Cañada), el de africanos en las Sierras Norte, Central y Sur (destaca Braojos, Fresnedillas, Navas del Rey y Navalagamella), y el de asiáticos, de menor intensidad, también en Madrid (y singularmente en Valdilecha).

Económicamente, la Comunidad de Madrid es una región esencialmente terciaria, aunque el sector industrial ocupa una parte relevante que la convierte en la segunda industria española (tras Cataluña). Los últimos datos disponibles a nivel municipal de ocupados en el sector servicios permiten comprobar la distribución espacial de la especialización terciaria de nuestra región. Como media el 76% de los ocupados trabajan en los servicios, porcentaje que llega a ser del 81% en el municipio de Madrid y en el Oeste metropolitano, pero no supera el 65% en varias zonas, como en el Nordeste y Sudeste de la Comunidad, de significativa implantación industrial, y las Sierra Norte y Sur, y el Sudoeste de la Comunidad que son intensivamente agrícolas y ganaderas.

La especialización industrial en Madrid se observa principalmente en las citadas zonas del Sudeste y Nordeste Comunidad con más del 20% de los ocupados en el sector industrial, a los que suma el Este Metropolitano.

El sector primario ocupa un lugar poco significativo en el conjunto de la economía madrileña en términos globales, pero es muy importante en la mayoría de los municipios rurales. Es en la Sierra Norte, Sierra Sur y Sudeste de la Comunidad, donde este fenómeno se observa con mayor nitidez, en concreto en municipios como: Madarcos, Pinilla del Valle, Piñuecar-Gandullas, Puebla de la Sierra y Villamanrique de Tajo, donde al menos uno de cada cinco ocupados trabaja en este sector.

Un buen indicador del grado de modernidad del mercado de trabajo y de la sociedad en general es la tasa de actividad femenina, que en la Comunidad de Madrid supera el 42,5%, lo que supone una cota bastante favorable a nivel nacional. Esta tasa es especialmente elevada (más del 47%) en el Norte y el Oeste metropolitanos y la Sierra Central, es decir en las zonas más ricas, pero no supera el 35% en la Sierra Sur. Bajando a mayor detalle, se observan tasas muy destacadas en municipios populosos y de crecimiento muy reciente como Cobeña, Rivas-Vaciamadrid; Sevilla La Nueva, Tres Cantos o Villanueva del Pardillo (con tasas superiores al 52%), pero son muy reducidas en municipios rurales, con población envejecida como La Acebeda, Ambite, Canencia, Cenicientos, Madarcos, Olmeda, Orusco y Puentes Viejas, donde no se supera el 25%.

El Indicador ya clásico para medir la riqueza a nivel municipal es el de Renta Disponible Bruta Municipal per cápita, que elabora el propio Instituto de Estadística. La renta media de la Comunidad de Madrid se sitúa en torno a 13.000 euros, cifra que, en términos de PIB per capíta y en paridad de compra, viene a ser un 26.7% superior a la media de la actual Unión Europea (EU 25) y un 34% superior a la media española. Por encima de 13.000 euros se sitúa el Oeste Metropolitano, el Norte Metropolitano, el Municipio de Madrid y la Sierra Central. En el otro extremo se encuentran la Sierra Sur, el Sudeste de la Comunidad y el Sur Metropolitano. Los municipios de mayor renta per cápita en 2002 fueron por este orden: Pozuelo de Alarcón, Las Rozas de Madrid, Majadahonda, Villanueva de la Cañada, Boadilla del Monte y Torrelodones, todos ellos superando o rozando los 18.000 euros por habitante.

Este indicador se relaciona muy intensamente con otros referidos a la condición socioeconómica, como el porcentaje de universitarios (superior al 20% en zonas como el Oeste y Norte metropolitanos, el municipio de Madrid o la Sierra Central) o el ratio de directivos y técnicos no agrarios por mil habitantes (que supera o roza la cifra de 175 en las cuatro zonas señaladas). Municipios destacados a este respecto son Majadahonda, Pozuelo de Alarcón, Boadilla de Monte, Las Rozas de Madrid y Torrelodones (con más del 40% de universitarios), y estos mismos a los que se suma el de Tres Cantos, que superan los 300 directivos y técnicos por 1000 habitantes.