Cantando por Miguel Candela

EL SON SIEMPRE SALE

Gentes las hay de todo tipo y calaña. Lo difícil es encontrar gentes de buen son, de esas que tienen son y qué-te-digo. Porque, ¿si no tienes soniquete, pa qué te metes?, se viene preguntando el parroquiano Paco de Lucía ante los torpes de aluvión. Paco era uno de los fieles amigos de Miguel -que tenía un soniquetazo- y de su Candela. Hasta el New York Times dio cuenta de ello: "En Candela el guitarrista Paco de Lucía y el bailaor Antonio Canales suelen encontrarse y celebrar legendarias jam-sessions, en la cueva del sótano o en la planta del estrecho bar. No hay mejor manera de experimentar el espíritu embriagador del flamenco". Lo escribió Valerie Gladstone y se publicó el domingo 17 de Septiembre de 2000. Teníamos todo un nuevo milenio por delante.

Se cumplieron el pasado año las bodas de plata del Candela, la casa que Miguel Aguilera puso a disposición de todo enamorado del buen son que por Madrid se dejase caer; nuestra casica. A la vera, al calor de Miguel y sus gentes, su madre Gloria, sus hermanos Jose, Manolo, Rosa y Octavio, se concibió en libertad el flamenco más universal del final de siglo.

Candela fue local de ensayo y rincón para el gozo comunal, donde contrastaron y pusieron en común ideas nuestros más grandes creadores de espíritu joven. Intentar una relación de nombres que se acogieron a la causa será por definición maniobra injusta. Pero es imposible no citar las presencias, cual parte del decorado candelero, de Enrique Morente -calmo adversario ajedrecista del anfitrión-, de Pepe Habichuela, Riqueni o Cañizares, de Diego Carrasco y de Güito, Manolete, Mario Maya, Carmen Cortés, Joaquín Grilo, Javier Barón, Javier Latorre, Joaquín Cortés, Sara Baras, de Ramón el Portugués y Guadiana, de Pata Negra y de Ketama, de los Sordera, los Carbonell, Ray Heredia y La Barbería, de Carmen Linares, Jerónimo, El Viejín, Tomasito, Montón, Cano, Cigala, Piraña y Bandolero, Poveda., el plantel hoy congregado, de Camarón, Tomatito, El Molilo y los fieles allegados: Pina Bausch, Frank Lacy, Don Cherry, David Murray, Ruben Blades, Toumani Diabate, Sade, Compay Segundo, Pablo Milanés, Chick Corea, Jerry González, Athanay, Carlos Varela, Ruibal, Sabina, Alcover, Krahe, Auserón, Hilario Camacho, Luis Pastor, Mecano, Los Secretos, el doctor José Luis Barros, Juan Diego, Pedro Almodóvar, Miquel Barceló, Bonifacio, Borja Casani, Quico Rivas, Mario Pacheco, Ricardo Pachón, Gomaespuma, Cansado. Mauricio Sotelo. Un rincón cargado de futuro artístico.

Dijo, y dijo verdad, José Luis Ortiz Nuevo: "Lugares como la madrileña Candela de Miguelito Aguilera han hecho y hacen más por la difusión y el entendimiento y el disfrute del flamenco, que muchas de esas peñas autoconsideradas el ombligo del mundo, donde se expenden licencias, los títulos de la carrera de cabales".

"Nada es eterno, señores ¡Vayan haciéndose a la idea!", repetía siempre Miguelito para orientarnos en momentos delicados. Con su mejor son los hoy reunidos quieren recordar al amigo, en su nombre y en el de todos, conmemorar los primeros 25 años de Candela y revelar al mundo que el son sí es eterno; que el son siempre sale. Iluminemos de son el milenio.

Y para animar a sus hacedores se instituye el premio flamenco Miguel Candela a la Creación, que cada año recaerá en quien los de-votos de Candela decidan.
¡Va por ti, Miguel!

José Manuel Gamboa