Antigone Orchestra

Una mujer se rebela contra un edicto real que le niega la sepultura a su hermano y esa rebelión causará su propia muerte.

Sphota, compañía de invención musical, lleva a escena una relectura de la Antígona de Sófocles enfrentando a los músicos al texto clásico en un espectáculo que la crítica ha descrito como "burlesco e irresistible", "lúdico y virtuoso" y "capaz de crear un universo complejo y cautivador".

La pieza expresa una concepción particular sobre el drama de Antígona, preocupándose más por hacer sonar al mito que por encarnar al personaje. Una parte del montaje se desarrolla como un concierto, conformando un largo canto de rebelión, un soplo lírico y áspero, una marcha que no cesa, obstinada y emocionante. Alrededor de ella, resuenan figuras que se escaparon de la obra, dando lugar a una verdadera ciudad musical. El rey Creón se personifica a través de las proyecciones visuales de su texto, que tiene carácter de ley. La voz del pueblo se filtra entre los espectadores gracias a un dispositivo electroacústico. Como en el teatro antiguo, la acción progresa gracias a las noticias llegadas desde el exterior, que adoptan aquí la forma de archivos sonoros emitidos por altavoces. Y al final de la pieza, la terrible profecía del adivino Tiresias...

Desde hace años, Sphota se nutre de otras disciplinas como la imagen, el juego teatral, la escenografía y la luz, para tratarlas como prolongaciones del sentido musical. Esta pieza, llena de vestigios, de memorias reconstruidas, de resonancias antiguas y de poesía melódica tan típicas de la tragedia griega, conecta con la idea que la compañía francesa tiene de las relaciones que existen entre lo oral y lo escrito, lo improvisado y lo fijo, lo individual y lo colectivo.

Antígona, una obra sobre la potencia de lo sonoro en la que se hacen eco la voz del poder, el canto de la rebelión y el clamor del pueblo, se estrenó en marzo de 2006 en el ámbito de Musiques en Scène de Lyon.

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