Cuentos Blancos

Siguiendo la estela de Titirifauna (2001) y La cama voladora (2005), Cuentos blancos vuelve a beber de esa fuente inagotable que son las narraciones tradicionales, acompañadas en esta ocasión por la música en vivo de un acordeón. En el proceso de creación de esta pieza, se seleccionaron cuentos con posibilidades dramáticas y estéticas, con el curioso protagonismo del color blanco. Esta broma del azar esbozó los primeros trazos del espectáculo. Tres cuentos, A qué sabe la Luna (Polonia), La dama de la nieve (Alemania) y El origen de sal en el mar (Asia) conforman un espectáculo a la vez alegre, poético y delicado.

Con Cuentos blancos -estrenada en Gijón en febrero de 2007- el escenario se puebla de títeres y muñecos con forma de hada, de animales parlantes, personajes malvados, rudos marineros y palabras escritas con tinta blanca. Palabras que son los cuentos de la sal, de la Luna y de la nieve. Palabras y melodías del mundo que nos llegan a través de un viaje en busca de distintos colores que terminará por convertirse en un homenaje al color blanco, en tanto que símbolo de inocencia, perfección y origen.

La obra, interpretada por Natalia Wirton, quiere ser un giro a la simplicidad, a la autenticidad, a la profundidad, mediante una deliberada economía de adornos, motivos, formas, sonidos y colores. Un ejercicio teatral que, en definitiva, consigue expresar más con menos.

En esta propuesta de Calamar Teatro se establece un diálogo entre texto y melodías, uniendo cuentos populares y música étnica en un espacio escénico a la vez sugerente, estético y educativo.

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