La petite Odyssée

“Nuestros niños tendrán que salvar al mundo” dice Grégoire Callies, director de La petite Odyssée (La pequeña Odisea). La intención de este espectáculo no es adoctrinar. Tampoco es abrir las puertas a la nostalgia. Este espectáculo nace para ofrecer un bagaje de ideas que los niños puedan incorporar a su propia vida como habitantes de un tiempo y un lugar concretos. Unas ideas transmitidas por la protagonista, dueña de sus elecciones y reina de su destino.

Tras morir el último miembro de su familia, Odisea, una adolescente que vive en la Edad Media, decide abandonar su casa y lanzarse a la aventura. La aventura la empuja por los caminos del arte, de la música, de la historia de las ideas. En esta obra, que es un intento de sintetizar la Historia de la humanidad, de las enseñanzas, de los descubrimientos científicos y de los progresos sociales, Odisea atraviesa en su periplo seis siglos y conoce a los grandes hombres de todos los tiempos. 

En el transcurso de este viaje iniciático, la pequeña heroína encuentra también a Bernie, un niño que juega a la pelota. Juntos van a Florencia, donde les espera el Renacimiento italiano y el taller de Leonardo da Vinci. Después, Montaigne les ayuda a descubrir el Humanismo, antes de adentrarse en la filosofía de las Luces con Diderot y Rousseau. Ambos jóvenes serán testigos también del exotismo de Delacroix y admirarán su obra La Libertad guiando al pueblo. Este torbellino de celebridades y momentos memorables también deja un hueco para el amor. Cuando Odisea mira a Bernie. Cuando Bernie mira a Odisea.

Pero no todo es fondo en esta pieza del Théâtre Jeune de Strasbourg, la crítica ha resaltado también “una estética y un ritmo que resultan un embeleso para ojos y oídos”.

La petite Odyssée se estrenó en marzo de 2007 en Estrasburgo.

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