El enamorado y la muerte

A partir del trágico romance medieval El enamorado y la muerte y de un texto del poeta Rafael Alberti, títeres, marionetas y actrices viven juntos una aventura sobre el amor, la muerte y la posibilidad de burlar al destino. Las actrices, acompañadas de viola y gamba, desgranan versos y melodías de la Edad Media y el Renacimiento.

Todo parece seguir el curso establecido pero... ¿qué pasaría si una de las intérpretes se rebelara ante el funesto final del romance?, ¿qué pasaría si, testaruda, se empeñase en conseguir para sus protagonistas un final feliz?, ¿es posible torcer el designio de los hados? Y sobre todo, ¿puede el amor vencer a la muerte?

De la mano de estás preguntas, la comicidad llena la escena y da lugar a una novedosa versión: dos jóvenes que se conocen en un hermoso prado se enamoran perdidamente entre flores y cantos. Sin embargo, la fatalidad no tarda en llegar. El padre de ella ha decidido enclaustrar a su hija en un convento. Mientras, la Muerte se materializa ante el joven para comunicarle que sólo le queda una hora de vida. Cielo y tierra parecen confabularse en contra de su  felicidad. Pero es tal el amor que se profesan, que triunfa sobre la tiranía  paterna y deja a la misma Muerte sin poder.

Esta revisión surge, en palabras de la titiritera argentina Gisela López, “de una mirada actual sobre los hechos que canta este bello poema medieval, alrededor del Amor y la Muerte. Una mirada, no exenta ni de ironía ni de ternura, que imagina lo que el poema no cuenta, un final deseado”.

Estrenada en abril de 2006, El enamorado y la muerte es una historia de teatro dentro del teatro en la que el popular romance es puesto en juego, con lo que tiene el juego de seriedad y desenfado, de poder corrosivo y catártico. Un entrecruzamiento de visiones y de tiempos en el que alternan valores, creencias y roles pero siempre con humor, compasión y plasticidad.

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